jueves, 1 de noviembre de 2012


La Plata, una ciudad ruidosa.
LOS NIVELES DE RUIDO SUPERAN LOS LÍMITES PERMITIDOS

El daño auditivo producido por los altos niveles de ruido puede ser irreversible por lo que la prevención y la toma de conciencia son fundamentales para disminuir el daño en las personas. En el centro, el decibelímetro llegó a marcar hasta 96 decibeles.

Durante los últimos cinco años la Ciudad de La Plata ha registrado niveles de ruido superiores a los permitidos por la Organización Mundial de la Salud (O.M.S). Esta contaminación sonora supera los niveles que puede soportar las personas sin sufrir consecuencias. En la actualidad el tránsito y los boliches bailables son los principales factores de ruido.
El último tiempo los platenses se han malacostumbrado a soportar niveles superiores a los permitidos. “El nivel permitido de acuerdo a la O.M.S, establece que en las calles no debe superar los 65 decibeles para que la gente viva psicoacústicamente bien, en confort psicológico”, dijo la Doctora en Fonoaudilogía Silvia Bermúdez.
Si bien hasta 80 decibeles no se produce daño auditivo, para vivir confortablemente no se debe superar los 65 decibeles, explicó la Doctora.
Los principales causantes de contaminación provienen de dos fuentes, las móviles y las fijas. El primer grupo esta integrado en su mayoría por el transito vehicular. En el país, la ley nº 24.449 de Tránsito y Seguridad Vial hace referencia a los requisitos para la bocina y para la emisión de ruidos. Con respecto a la bocina, establecen un máximo de 104 dBA. “Lo que más afecta son las motos con los caños de escape que hacen como tiros, los colectivos y los autos con la música a todo lo que da”, manifestó Sergio, dueño del puesto de diario de Diagonal 79 y Plaza San martín. El segundo grupo esta integrado por los boliches bailables, los eventos deportivos, recitales, etc. Desde el municipio se está invitando a los padres por el código de nocturnidad, que exige a los boliches y pubs la colocación de paneles acústicos pero todavía no se ha implementado.
En ambos casos los niveles han superado ampliamente los permitidos, llegando a casi 100 decibeles. Otros factores pueden ser los relacionados con lo doméstico como el motor de los electrodomésticos o el uso cotidiano de auriculares.
Todos estos factores pueden producir grandes daños en la salud de las personas, muchas veces irreversibles. “Lo primero que aparee son los zumbidos en el oído, lo que se denomina Acúfeno, que puede aparecer en alguien que se expuso a ruidos como asistir a un recital”, informó la Licenciada en Fonoaudiología Noelia Gwozdz. Esto puede ser intercalado con jornadas de silencio para que así el oído se recupere, desarrolló Gwozdz. Además del Acúfeno, se puede producir Hipoacusia, dejando una disminución de la audición de forma definitiva.
A nivel del organismo en general los principales problemas pueden ser alteraciones en el sueño, trastornos de ansiedad, violencia, problemas gástricos, problemas cardíacos, inconvenientes para concentrarse, alteraciones en la comunicación, disfonías, etc. Esta contaminación sonora no solo afecta a las personas, sino también a los animales. “En las Cataratas del Iguazú el ruido de los helicópteros alejó a varias especies del lugar”, comentó a modo de ejemplo la Licenciada Gwozdz. Otro factor es la pirotecnia que afecta mucho a los animales domésticos que son más sensibles a los ruidos.
A modo de prevención la Doctora Bermúdez y la Licenciada Gwozdz sostuvieron que en el caso de los recitales, eventos deportivos y boliches se pueden realizar tapones protectores. Estos pueden ser los denominados “campana” utilizados para la construcción. Otra alternativa es la realización de los tapones acústicos a medida, tomando la forma del oído para luego confeccionarlos de silicona, amortiguando el sonido unos 30 decibeles. “Es muy importante la toma de conciencia de todos, tratar de controlar periódicamente los artefactos de la casa, que los vehículos estén autorizados por la Verificación Técnica Vehicular para que porten caños de escape autorizados, no tocar bocina porque si, no utilizar el lavarropas a la madruga, etc.”, remarcó Bermúdez. Desde el Colegio de Fonoaudiologos se realizan congresos para concienciar a la gente ya que se cree que lo más importante es que todos contribuyan a disminuir el nivel. Todos los cuartos miércoles de abril, para el día de la Conciencia del Ruido el Colegio sale a la calle con el decibelímetro para registrar los niveles y así contribuir con su propósito que es promover a nivel mundial el cuidado del medio ambiente acústico y la conservación de la audición.

Ruido, algo cotidiano
Las calles por de La Plata que han registrado los mayores niveles de contaminación sonora son 7 y 50, 7 y 51, 8 y 50 y en general las proximidades del centro platense, son las calles más ruidosas. A estas se le suman 12 y 54, la Terminal de Ómnibus, Plaza Italia y Plaza  Moreno. En estos lugares, el nivel no bajado de 85 decibeles, aunque en 7 y 50 se ha llegado registrar hasta 96 decibeles superando ampliamente el permitido. “Entre las dos y las cuatro de la tarde se calma un poco, pero tanto a la mañana, al mediodía o a las seis de la tarde se nota mucho más, al igual que los fines de semana” resumió Sergio del puesto de diario próximo a Plaza San Martín.
El daño auditivo es irreversible por lo que con una medicación o cirugía no se recupera. Por esto mismo prevenir es lo fundamental para reducir los efectos de una ciudad que se hace escuchar. “Muchas veces llego a mi casa y me duele la cabeza o le grito a mi familia y eso es por acostumbrarse al ruido de la calle”, manifestó Omar el pochoclero de Plaza San Martín.
En La Plata no hay todavía legislación sobre los niveles de ruido permitidos. Si bien la gente que circula habitualmente por los lugares más afectados hace referencia al malestar que el ruido causa, es un problema al que todos nos vamos acostumbrando de algún modo; algo que puede terminar siendo letal para nuestros oídos.

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